jueves, 16 de junio de 2016

Co-escucha o Escucha Compartida

Como seres humanos tenemos la capacidad de vivir con plenitud y la inteligencia propia de un genio. Esta es la premisa sobre la que se sostiene la técnica de la Coescucha que desarrollara Harvey Jackins en los años 60.Esta técnica entiende la inteligencia como la capacidad de responder creativa y flexiblemente a las situaciones que se nos presentan, lo que nos diferencia de los animales que tienen patrones de respuesta determinados. Sin embargo, en general, sentimos en alguna medida la existencia de limitaciones para llegar al óptimo funcionamiento y goce de la vida.

A lo largo de nuestra vida, vamos acumulando experiencias. Algunas son angustiosas y se producen crisis, procesos de duelo de mayor o menor intensidad y grado. Entonces se pone en marcha nuestro mecanismo natural de sanción que consiste en el desahogo. Llorar, temblar, reír, desahogo colérico, bostezar, conversar de forma animada y no monótona,  sudar, cambios de temperatura corporal, picor…, son algunos de estos mecanismos. La dificultades que encontramos para hacerlo, son las propias que marca nuestra cultural. 1) La respuesta que damos desde este condicionamiento es bloquear cualquier expresión de desahogo porque escuchar tu angustia me conecta con la mía, por lo que solemos decidir actuar de una de estas maneras:  Tranquilizar, minimizar, aconsejar, reaccionar emocionalmente, ser descortes,  consolar, tratar de satisfacer, bloquear la emoción, dar la razón, hacer razonar… 2) A medida que crecen, los niños aprenden a interrumpir su desahogo conforme los condicionamientos de culpa y vergüenza ganan terreno. 3) La creencia de que el ser humano es malo por naturaleza arraigada al pensamiento judeocristiano supone que escucharse, estar en contacto y expresar sentimientos y necesidades significa conectar con lo no deseable, y justifica la negación del mundo interior.

Cuando no hacemos un desahogo de la angustia con plenitud, las emociones quedan bloqueadas en relación con lo sucedido así como nuestra capacidad de dar una respuesta diferente y creativa (inteligencia) ante nuevas situaciones que resuenen con la vivida y no sanada. Pasamos a responder por guiones predeterminados, a repetir respuestas cuando no necesariamente son las adecuadas.
Si un/a bebé, aun no condicionado/a por mecanismos de vergüenza y culpa, y tras una situación angustiosa,  se le ofreciera un apoyo en el proceso de desahogo,  lo haría con la profusión y vigor necesario, de manera natural, y a continuación volverá a conectar con su bienestar. Habría limpiado esa experiencia y conservaría intacta si capacidad. Los adultos disponemos de esta capacidad y la coescucha propone un marco el cual se facilite.

Coescucha por parejas

Se trata de un espacio de confidencialidad en el que una persona habla y otra escucha con un tiempo pactado después del cual se intercambiarán los roles. Al pactar el tiempo establecemos con claridad a quién pertenece qué rol durante ese tiempo, lo que facilita que lo asuma con indicaciones claras y sin culpa.
Al terminar el tiempo de cada una de las rondas, la persona que escucha hace una pregunta sencilla con el fin de sacar a la otra persona de la historia que está compartiendo.
La persona que expresa dispone del tiempo para hacer lo que desee con él: puede hablar o no, es su tiempo. Ni siquiera es importante que su mensaje sea entendido. Se trata de un ejercicio de confianza, de dejarse llevar: cualquier camino es bueno.
La persona que escucha ofrece calidad de presencia y acogimiento y, en un principio, escucha en silencio. Puede preguntarle al inicio si desea un contacto físico, como sostener su mano entre las suyas, para reforzar el acompañamiento.
Una declaración de intenciones en la escucha podría ser esta:Mi atención pertenece plenamente a la persona que tengo frente a mí, me conecto con tu vivencia y sostengo mis procesos de identificación: no es el momento de prestarme atención y me lo recuerdo siempre que se me olvide. En este momento soy la persona que necesita la persona frente a mí para hacer justo lo que estoy haciendo: escucharla plenamente. La persona frente a mí es brillante, inteligente, posee un gran corazón, posee libertad de criterio y es totalmente poderosa. Confío en ella y en su capacidad infinita. Vivo deleitada, alegre, gozosa, la oportunidad de estar frente a ti, regalándote mi presencia consciente. Demuestro mi compromiso con mi entrega a este momento.
Tratando de dar un mensaje de que todo es bienvenido y que estoy muy interesada en lo que traigas, sea lo que sea, puedo adoptar algunas de estas estrategias:

a)    Mantener la mirada en la otra persona con una sonrisa en los ojos, sosteniéndola
b)    Mantener una ligera sonrisa budista en la boca
c)    Estar en contacto con la respiración

Si tengo algo de experiencia, puedo apoyar el proceso interviniendo en alguna ocasión al percibir la carga emocional:
a)    Asintiendo (Ummm, aha…)
b)    Nombrando con mucho respeto el sentimiento o la necesidad que me llega.
c)    Diciendo: ¿Te gustaría contarme más sobre eso?
d)    Repitiendo el mensaje

Coescucha grupal:

Se trata de un ejercicio en el que confiamos que la sabiduría propia del grupo se expresará en este marco. Practicamos la suspensión del juicio y un trabajo terapéutico en el marco grupal/ social. Es terapéutico para todas. Refuerza la confianza grupal en un espacio que cuida la seguridad y la igualdad en la participación de manera estructural. El rol de facilitadora es en parte compartido en el sentido de que, aunque esta se encarga de tiempo y cuidar que se respeten los acuerdos (confidencialidad y hablar en primera persona), el espacio a nivel de escucha los sostenemos entre todas.
Colocadas en círculo, disponemos de igual tiempo para cada persona que hace uso de su espacio como desee. El resto del grupo ofrece escucha consciente y atención plena, en ningún caso interviene. Los turnos son correlativos, y si alguien lo desea puede hacer pasar su turno para recuperarlos al finalizar la primera ronda. Tras esta primera ronda se realizará una segunda en la que se proponen tres alternativas: profundizar en un tema trasversal que saliera en la primera ronda, escoger uno con profundidad emocional que haya salido o expresar de nuevo libremente con la intención de profundizar más.

Para terminar se hace un cierre que cuide la conexión grupal y que puede proponer la persona facilitadora del espacio.

jueves, 9 de junio de 2016

Forum como herramienta para grupos


El Forum es una técnica de gestión emocional e indagación colectiva que tiene como finalidad contribuir a crear una nueva cultura de paz a través de los valores de la confianza y la transparencia. Su origen tiene lugar en la eco-aldea alemana Bautmitte y se desarrolla en la actualidad en las comunidades Zegg, también de Alemania, como en la comunidad Tamera en Portugal.

El Forum tiene distintas variantes, en su forma estándar un grupo de al menos 10 personas forman un círculo sentados en sillas, entre ellas se sientan la o las facilitadoras. Tras unas dinámicas para crear el ambiente de confianza necesario, las facilitadoras abren el espacio para que una persona salga al centro a exponer algo que quiere compartir con el grupo. En esta primera parte, el grupo comparte la responsabilidad de sostener el espacio junto con la facilitadora. Lo hace aplaudiendo la entrada y salida de la personas al centro y poniendo una atención interesada y empática sobre lo que ocurre en este espacio. La facilitadora, además guía el proceso. Apoya para obtener claridad, indagar, dejar venir nuevas ideas y anclarlas en el ahora presentándolas ante el grupo. Lo hace con preguntas y sugerencias, la creatividad y la expresión artística en estas juega un papel importante.

Una vez la presentadora vuelve a su silla, la facilitadora le pregunta si desea tener Espejos del grupo. Si no los desea termina aquí el proceso, si los desea, se abre este nuevo espacio en que las participantes que así lo quieran pueden levantarse y expresar lo que han visto, lo que han escuchado, lo que han sentido, sus intuiciones... también pueden hacerlo a través de distintos canales.  Los Espejos se hacen desde el centro del círculo y haciendo referencia en tercera persona a quien expuso, al tiempo que se dirigen al grupo y no a la persona individual: se mira al grupo al hacerlos. Queremos aquí despersonificar la información. Por otra parte, los dos primeros espejos pondrán el foco en valorar positivamente aspectos de la intervención, abriéndose otras posibilidades a partir del tercer espejo. La facilitadora cerrará el espacio de los espejos, entonces podrá abrirse un espacio para el proceso de otra persona.

Como se dice al principio, los dos valores fundamentales del Forum son la confianza y la transparencia. Creamos un espacio de confianza, seguro, dónde todo es bienvenido, donde al abrirnos y mostrarnos creamos confianza, donde al ser recibidos en nuestra sombra, ganamos confianza. Al tiempo trabajamos la transparencia, cuento cosas de mí en el centro, algunas conocidas por las otras personas y otras no; por otra parte, los Espejos me pueden dar información sobre mí que desconozco y las demás si que ven en mí. El grupo, en su cualidad de ser más que la suma de las partes, puede acceder a informaciones e intuiciones nuevas a través de la sabiduría colectiva que también enriquecen el proceso.

Según la Teoría de Sistemas la retroalimentación es una de las cuatro propiedades de los sistemas vivos, y contribuye a la supervivencia, aprendizaje y evolución de estos. En este sentido, los Espejos quieren ir más allá de las reglas culturales de la cortesía, ofreciendo una información que pueda ser valiosa para la evolución del individuo. Otra de las cualidades de la transparencia es como esta contribuye a la cercanía entre los seres humanos. Lo expresado con honestidad nos acerca, sea agradable o desagradable, y lo no expresado, un rencor, un amor, nos aleja. Así la transparencia se perfila como el pegamento social entre los seres individuales, el ingrediente que resuelve la ecuación comunidad/individuo. En nuestra cultura usamos la cortesía y las reglas moralistas como pegamento social, y así pagamos el precio del cansancio que supone renunciar a la autenticidad propia de estar en contacto con una misma.

El grupo es un fractal del mundo. En el Forum sano "delante del mundo" lo que no es sólo mío, pertenece a la humanidad, y tomo responsabilidad de mi parte. Mi personalidad es el resultado del proceso de socialización. He creado mis acuerdos acerca de quién soy con mis círculos sociales y es el círculo el espacio de renegociación y creación de nuevos acuerdos más cercanos y sostenibles en relación a mi Ser. De la misma manera renegociamos y transformamos nuestra cultura.



Javi García Gaitán

 

Comunicación No Violenta

Gestión emocional individual, relacional y grupal

Facilitación grupal